Inicié mi proceso de coaching sintiéndome muy abrumada por la cantidad de cosas que tenía que resolver a diario. Me encontraba agobiada, cansada, sabiendo que amaba la psicopedagogía pero realmente no podía disfrutar de ella o no como yo quería. Sabía que algo quería cambiar, pero tampoco entendía muy bien qué era ni como debía realizarlo. 

En el camino no solo conocí algunas de las virtudes que me caracterizan sino que comencé a valorarlas, a darle entidad. Descubrí cómo ubicar mis prioridades en relacion a mis deseos para asi poder depositar allí mi mayor energía. Pude encontrar la confianza en mi para generar cambios laborales, abandonar lugares que ya no me hacían feliz y comenzar a crear.. sisi CREAR, espacios en los que pudiera ser yo.

Comencé con la idea de aprender a poner limites sanos en un entorno laboral complejo, que me ayudara a trabajar de mejor manera. Con el paso de las sesiones fui aprendiendo a ponerlos de manera asertiva en todos los aspectos de mi vida. Esto me ayudó a aumentar la confianza en mí y a afrontar los desafíos de otra manera. Durante el coaching fuimos trabajando otros temas, como por ejemplo los pensamientos limitantes, a establecer prioridades y a trabajar con la niña interior que tenemos. Como resultado, cumplí con mi objetivo inicial por el cual decidí comenzar coaching, pero me llevo además muchas herramientas para quitarles peso a los pensamientos que me limitan, para seguir organizada y mantener mis prioridades, y para abrazarme y respetarme siempre. 

El año pasado estaba en crisis. Pensé que venía desde la parte profesional, pero no, resulta que YO estaba mal.
Con pocas expectativas, decí darle una oportunidad al coaching y para mi sorpresa, me "salvo", me hizo mirar las cosas de otra manera y me hizo creer en mi. Me dió herramientas útiles y la solución era más práctica y facil de lo que parecía. Sólo debia confiar y apostar a mi misma.
Gracias a todo ésto, este año fue mucho más "llevadero", tuve mas claridad y madurez para ver e interpretar las cosas q me pasaban.
Sin embargo, para finalizar el año como corresponde, "acomodar la estantería" y arrancar el 2024 con todas las pilas, volví a Fabi con su maravilloso E-book y talleres. Y este fue mi mimo, mi recompensa por haberlo logrado.
No me canso de decirlo: el coaching es mágico, ¡probalo!